Ruth Bader Ginsburg una de la jueza mas reconocidas del Supremo de los Estados Unidos, con mas 27 años de experiencia a sus espaldas.
Ahora todo ese trabajo ha sido condensado en una inteligencia artificial.
Una empresa israelí ha creado una IA basada en las respuestas de la jueza para ofrecer un chat que entiende preguntas de ámbito legal y responde si está bien o mal.
Respuestas de una jueza del supremo en poco segundos. Para probar la IA podemos acceder a la web dedicada del programa Jurassic-1.
En total, mas de 600.000 palabras del ámbito legal que han utilizado para entrenar a esta IA.
En un recuerdo, podemos escribir cualquier cosa y siempre que este e ingles no responderá con sí, no o quizás.
La IA además de elegir una de las tres opciones, argumenta porque es esa la respuesta.
Hablar como un juez no significa pensar como ellos, como suele pasar en otros desarrollos de IA, por muy adecuadas que parezcan las respuestas, todavía está lejos de ser real.
Podríamos decir que la IA se ha implantado en la justicia, pero de momento como apoyo.
Desde hace tiempo la administración de Justicia utiliza algoritmos para calcular la probabilidad de reincidencia o para recuperar información.
¿Es la inteligencia artificial imparcial?
«En la medida en que un algoritmo no tiene por sí mismo ningún elemento de subjetividad, sino que se limita a ejecutar una serie de órdenes, se elimina la posibilidad de interferencia de prejuicios o creencias que puedan alterar la aplicación mecánica de las normas»
La Justicia es tan imperfecta como el ser humano.
Con la IA los gestores magistrados tendrán más tiempo para valorar con minuciosidad las pruebas, pero tampoco deberían sustituir a los jueces.
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